Battambang se encuentra en la parte oeste del Lago Tonlé Sap, a unas cuatro horas de Siem Reap. Es conocida por aquellos viajeros que hacen el trayecto de Battambang – Siem Reap o Siem Reap – Battambang en barco por el lago. A priori puede ser una de esas ciudades que no se encuentra en la ruta de cualquier viajero, pero te vamos a convencer para que se convierta en un «must see» en tu ruta.
Llegamos a Battambang en un autobús nocturno y la llegada a aquella estación de autobuses es una de las situaciones más surrealistas que jamás hemos vivido. Para que te pongas en situación necesitamos que recuerdes la escena de la película Buscando a Nemo en la que Doris y Martin se ven acosados por decenas de gaviotas hambrientas y gritando… ¡mío!, ¡mío!, ¡mío!.. te dejamos un enlace a Youtube donde podrás ver la escena (https://www.youtube.com/watch?v=ZnKKxTWvoH4).
Nuestra llegada fue exactamente igual a esa escena. El autobús repleto de viajeros y turistas solamente descargó tres personas en aquella estación, nosotros dos y nuestro amigo Pedro Jesús. Enseguida nos vimos acosados por decenas de conductores de motocicletas que, desde la carretera, ya nos venían persiguiendo junto al autobús para que contratasemos sus servicios.
Tal era el acoso, que no nos dejaban salir del autobús y recoger nuestras mochilas. Tan pronto tuvimos nuestras pertenencias encima, nos vimos rodeados por ellos. Al principio la situación era muy agobiante, pero pronto se convirtió en una situación graciosa. Ellos mismos jugaban a los «chinos» y al «palo más grande» para ver quien ganaba y nos llevaba al centro de la ciudad. Finalmente el afortunado fue Mr. Bluebatman y de esta manera se convirtió en nuestro tuctuc para el tiempo que pasamos en Battambang.
Nos alojamos en uno de los hostales a los que nos llevó Mr. Bluebatman y del cual no recordamos el nombre. Estaba cerca de la calle central y costaba 10 Usd habitación triple por noche y con ventilador. Bastante decente comparado con otras opciones que vimos.
Cuando soltamos las mochilas y nos fuimos a comer, nos dimos cuenta que la situación vivida en la estación de autobuses fue algo esporádico, la ciudad, con una importante herencia arquitectónica francesa, es super tranquila y no hay el agobio que acompaña a las grandes ciudades como Phnom Penh o Siem Reap.
Nos sentimos muy a gusto en esta pequeña ciudad y decidimos hacer un curso de cocina Khmer en Nary’s Kitchen – Cooking Class. Lo pasamos en grande y la experiencia mereció la pena, aunque el profesor no es que tuviese mucha paciencia que digamos… Primeramente fuimos al mercado a comprar los productos que utilizaríamos. Después nos explico los platos y nos pusimos manos a la obra en plan «Master chef Camboya» para terminar degustando un auténtico banquete Khmer.
Battambang en si no es que ofrezca mucho para ver a parte de unos cuantos Wats , pero perderse por sus alrededores es la mejor forma de conocer la Camboya rural!
Phnom Sampeau
A la entrada de este complejo de templos, se puede comprar la entrada que da acceso a éste, a Phnom Banan y a Wat Ek Phnom por tan solo 3 Usd a los tres lugares. Durante el camino pasamos por decenas de campos de arroz donde si, con respeto, se pregunta a los locales, os dejarán ayudarles.
Nosotros solamente visitamos el Phnom Sampeau porque el transporte a Wat Ek Phnom salía algo caro y porque Phnom Banan cuenta con cinco torres de un similar aspecto a Angkor Wat y queríamos llevarnos la gran impresión en el propio Angkor Wat.
El Phnom Sampeau se encuentra en lo alto de una montaña caliza desde donde se tienen unas hermosas vistas panorámicas de la campiña camboyana.
A mitad de camino, una pequeña escalera baja hasta las Cuevas de Exterminio. Al llegar nos encontramos con un plácido Buda tumbado que para nada nos hacía imaginar las muchas muertes que los Jemeres Rojos llevaron a cabo en este lugar.
Pueblo de pescadores camboyano
Este pequeño pueblo pesquero fue uno de los lugares más auténticos que visitamos en todo Camboya. Este oficio lo llevan haciendo desde tiempos inmemoriales la Etnia Cham que en su mayoría son de religión musulmana y por ello se pueden ver varias mezquitas en los alrededores de Battambang y a mujeres camboyanas con la cabeza cubierta con un pañuelo.
Si tenéis la oportunidad de pasear por alguno de estos pueblos pesqueros, tratad de hablar con los locales. Incluso aunque no hablen inglés, las vibraciones de su curiosidad y su interés crearán un momento único en el viaje, en especial con los niños, que son todos encantadores en este país.
Bat Fruit
Durante nuestras andaduras por los alrededores, conocimos a algo que los locales llaman «Bat Fruit». Para llegar al pueblo donde están estas extrañas «frutas» tuvimos que atravesar el «Puente San Francisco». No, no es similar al puente colgante de dicha ciudad, pero los locales lo llaman así al tratarse de un puente colgante por donde pasan personas, bicicletas e incluso hasta motocicletas.
A la llegada al pueblo averiguamos lo que querían decir con «Bat Fruit». Algo muy curioso que nunca habíamos visto. Se trata de árboles repletos de murciélagos colgando como si fuesen fruta… jejeje. Mira que estaba claro con el nombre!!
Pueblos de los alrededores
Uno de los días decidimos alquilar una bici para irnos a recorrer solo los alrededores. Pedaleando al costado del Río Stung Sangker llegamos a lugares solitarios e impresionantes. Sin duda alguna es la mejor manera de recorrer los alrededores y donde fuimos encontrando algunos de los templos mas espectaculares que hemos visto en todo lo que llevamos de viaje.
¿Que te ha parecido? ¿Hemos conseguido convencerte? Animate ha dejarnos un comentario.
¡¡Nos vemos en la próxima parada!!